Qué gris amaneció Santiago ayer lunes, 3 de julio de 2017; parece que, toda
la faceta oscura de la chilenidad se hizo presente: jugar como nunca y perder
como siempre; y el pueblo que, para variar se caga, que se boicotea a sí mismo
y que cree que, en realidad la mejor alternativa para los próximos 4 años, es
un tipo que se ha hecho multimillonario birlando y burlando la ley al filo de
si misma, aprovechando cada pequeño espacio de descuido, cada susurro
privilegiado.
Qué puedo decir, weón no es; pero la verdad dudo que el país vaya a estar
mejor con un tipo que siendo Presidente, mantenía a través de diversas
inversiones y figuras, negocios con pesqueras peruanas mientras se litigaba en
La Haya. De seguro no habrá nada ilegal, él es muy cuidadoso con eso; muy seguramente
todo quedará en nada, el punto es que es
feo.
Moralmente, es una traición a la Patria, cosa que a la derecha sólo le
importa si se tocan sus intereses, pues lamentablemente, no tiene ningún
aprecio por Chile, su chilenidad es de cartón, la ven desde fuera como si
fuesen extranjeros a quienes le carga Chile, porque la gente es tan fea, tan
revoltosa, tan izquierdosa; y porque queda tan lejos de todo, y algunos vecinos
son tan rascas, nada que ver con Europa. Plop!
Pero aun así, estando en conocimiento el pueblo, de lo despreciado que es, no pasó
nada y ahí está el muy wea, de candidato de Chile Vamos y con grandes posibilidades
de llegar a La Moneda. Obviamente ya debe haber muchos negocios amarrados, y lo
que queda del país ya está negociado, pues, a eso viene Piñera, a terminar de
vender lo que falta, para terminar de desarticular el Estado. Olvídese de sus
derechos, usted no tiene derecho a nada, asalariado.
Y si uno se pregunta ¿cuál es el secreto de su poder?: el miedo, la gran
mayoría tiene miedo, miedo de perder la peguita de sueldo discretísimo, la
pequeña migaja que chorrea; miedo de parecer pobre y revoltoso, como si el
espejo mismo no le gritara todos los días la sangre mestiza que no pasa piola,
casi en ningún chileno. Miedo de creer y miedo de intentar algo nuevo, aunque
todos los días se levante a las 6 AM, para tomar a tiempo el Transantiasco.
Sólo si no se ha aprendido nada, se debe tener miedo, miedo de la necedad,
de la cobardía, de la vileza y del conformismo. Eso, es lo que más poder le da
al poder: su miedo y la confianza de que usted no será culo de soñar porque es
una oveja y un cagón. Cuando le estén cobrando por el sol, no se queje, por
favor.
Para los chicos de la selección, gracias mil gracias. Para ser campeón tienes
que haber jugado al menos tres finales de un campeonato importante, haber ganado y haber perdido. Vamos por
el mundial, vamos que se puede con todo; aunque claro, primero hay que
clasificar.
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