Hoy domingo 2 de julio, podría ser posiblemente, uno de los días más importantes para el país, en décadas. Hoy se juega mucho, se juegan varios juegos, se construyen varias realidades.
En el primer juego, están las primarias de Chile Vamos y Frente Amplio, dos
coaliciones que, a pesar de ser tan distintas en sus posturas valóricas, en lo
que entienden por cultura, o en las medidas económicas que tomaría la una o la
otra para llevar a la nación al verdadero desarrollo; utilizan en sus
respectivos discursos las mismas palabras bases: justicia, libertad, igualdad,
desarrollo.
Todos sabemos qué piensa Piñera de la justicia, sabemos también, qué
piensa de la libertad, pues, se ha tomado muchas libertades ya.
No sé ustedes, pero al menos para mí, Felipe Kast es un misterio: su
concepto de libertad, al tenor de la despenalización del aborto y la
explicación retorcida con la frase final de “para
un liberal, la libertad de uno, se termina donde empieza la libertad del otro”,
se cae cuando remata diciendo que, para él, desde la concepción existe un ser
humano. A los dos meses de embarazo el cuerpo pre-humano del embrión es sumamente
precario para ser llamado ser humano. El sufrimiento de la mujer que
experimenta un embarazo no deseado es muy real, para quedar a merced de una
posibilidad de ser humano.
Kast es un tipo muy preparado, evidentemente, pero algunas de las ideas que
apoya y defiende son en las bases, de otra época, anticuadas. Aun cuando estén maquilladas de modernidad;
por ejemplo, su apoyo al matrimonio igualitario es un barniz de tolerancia,
porque la verdad es que el tema ya se instaló hace rato y no sin sangre del
sector afectado. Kast, a pesar de ser un tipo muy inteligente, tiene un alma de
viejo facho; en particular me molesta que habiendo estudiado gratis en Cuba,
teniendo una señora cubana y creyendo en el emprendimiento, no se dé cuenta que,
otorgar educación gratuita y educar a la población del país, además de ser una de las decisiones más
políticamente correctas en una democracia moderna miembro de la OCDE, es una
tremenda inversión, desde el punto de vista economicista: tener una población
altamente educada te sube el pelo como país, hace más grata la convivencia
entre la ciudadanía, permite el entendimiento entre los grupos intermedios, el
intercambio cultural con otros países de la región: una población educada te
pone en la A, aunque no tengas tanta plata como país.
A Ossandón le han dado en suelo, lata por él; pero la verdad es que cualquiera
que quiera presentarse al cargo de Presidente de la República, debe manejar
cierta información técnica propia de la burocracia estatal, tener un bagaje cultural adecuado al cargo y desde luego, es necesario, que posea la
información necesaria para comprender y participar, por ejemplo, de una reunión
con el Ministro de Hacienda. Me parece que votar por él puede ser una locura o
una genialidad, pues si Ossandón bota a Piñera, la derecha se queda sin
candidato, pues las cúpulas no van a votar por Ossandón, porque con toda la
plata que tiene y el arrastre que suma, lo desprecian, tal como él lo ha
denunciado en sus discursos. Ahí podría pasar cualquier cosa.
Del otro lado, está el frente Amplio, que se presenta como una
alternativa de izquierda moderna, que quiere un Estado más fuerte, pero
eficiente en el resguardo de las garantías que debe tener la ciudadanía, que
comprende donde está parada, y sabe que no estamos en los 70 y que el mundo es
muy distinto al de hace 45 años. No soy imparcial y se nota, porque milito en RD, y voy a
votar por Beatriz Sánchez, pero creo que, Mayol es un excelente candidato, un
tipo inteligente y muy vanguardista en alguna de sus ideas. Mayol podría
ganarle a Kast en noviembre, pero no a Piñera, si Piñera va como candidato de Chile Vamos, si sufraga el mismo espectro de votante de siempre.
Beatriz Sánchez podría ganarle a Guillier y a Piñera, es un hecho. Y
aunque la frase sobre Allende fue muy desafortunada o desinformada (Ups!) no fue malintencionada. Lo justo es recordar
que, Allende fue traicionado por su general, y además iba a convocar el 18 de
septiembre de 1973 a un plebiscito para votar una nueva Constitución,
enfocada en los trabajadores. Entonces, de totalitario nada; pero también es
bueno admitir que uno se equivocó o se expresó erróneamente.
En fin, nadie puede decir que el gobierno de Allende fue totalitario, distinto
es, señalar y reconocer que durante su gobierno, la implementación de algunas políticas
sociales estuvo mal planificada y que el ambiente se enturbió hasta lo
indecible. Lo afirmo, pues, una buena revolución, permite que algunas o muchas
de las conquistas se afiancen y permanezcan. Así, fueron los golpistas los
primeros en pasar la retroexcavadora, y por eso le temen tanto. Creo que, el
Frente Amplio, comprende que hay urgencias fundamentales, que no pueden
esperar, y otras que son sumamente deseables, pero que se deben llevar a cabo
sin prisa, mesuradamente. Eso hemos aprendido en estos años.
Pero este domingo, también se juega
otro partido, importantísimo asimismo para Chile. Porque hay cosas que levantan
el espíritu, y una de ellas es ver a 11 tipos corriendo por una idea: Ser
campeón en una copa que juegas por primera vez, porque sabes que es justo
llegar a la final, es merecido porque se ha trabajado.
Yo creo que, meceremos ser campeones de la Copa Confederaciones, nuestra
selección nos representa a todos, y nosotros tenemos que aprender de ellos.
Para ser campeones, hay que merecérselo, es duro ser campeón. Hay que cumplir
con los deberes.
Habrá entonces, que levantarse temprano, e ir a primero a votar o a
botar, como usted prefiera. Lo importante es que ejerza su poder. Los campeones
no son flojos, no se echan en los huevos, no le dejan las cosas al destino,
salen a su encuentro.
Merézcase otro Chile, uno bakán y campeón, levántese temprano y vaya a
las urnas a decir lo que piensa, una sola raya puede ser un grito libertad y despúes celebre en familia con un asado.
Y si la vida dice otra cosa, recuerde que, ser un vice campeón dignísimo,
no significa abandonar el sueño, porque el 2018 se viene. Tarde o temprano,
venceremos y lograremos la verdadera independencia. Nos lo debemos a nosotros
mismos.
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